EL HOMBRE DEL MAZO

El maceador es un albañil que levanta casas con tierra humedecida, un cajón o molde formado con dos tablas en paralelo y un gran mazo de madera que se convierte en la extensión de sus brazos. Bien fajado, este constructor llena por cuartas el cajón, apisona y macea la tierra amasada con la potencia descomunal que resulta de unir la fuerza de sus músculos con la fuerza de la gravedad. Hilada tras hilada, el mazo se eleva hacia el cielo y cae pesadamente, decenas de veces; y el vigoroso hombre andino se ve más alto cada día, con el mazo arriba.
Pasa el tiempo y las casas de tapial se ven por doquier en las áreas rurales del Perú profundo. En la provincia Marañón, Huánuco, los tapialeros son contratados para levantar viviendas de todo tamaño y muros delimitadores de huertas o chacras.
CAJÓN O MOLDE DE ENCOFRADO
DATO HISTÓRICO
La técnica del tapial es una herencia ancestral mundial, cuyo antecedente más antiguo es la técnica de la tierra pisada empleada en China hace 2000 años. En lo que respecta al Perú, el antecedente más antiguo es la técnica del adobón de la Cultura Wari (600 d.C. hasta 1000 d.C.), luego vendría lo más osado y sorprendente en Chan Chan, capital del reino Chimú (La Libertad, siglos XI y XV d. C.); después, surgiría el tapial liviano, con el aporte del encofrado que trajeron los españoles.
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