martes, 8 de noviembre de 2011

BARRAS BRAVAS : ¿ UNA CAMISETA VALE MÀS QUE UNA VIDA ?

La barbarie en los estadios continùa. Los barristas fanàticos no entienden
de lemas pacifistas, su ley es la violencia; mientras los dirigentes de clubes
no aceptan su  gran  responsabilidad en este problema.

Clàsico Alianza-U, 24 de setiembre 2011, unos vàndalos ensangrentaron el  fùtbol. Walter Oyarce Rodrìguez, un joven hincha de Alianza Lima,  fue arrojado al vacìo desde el palco C-128 del Monumental de Ate.  No es el primero  y  tal vez, por desgracia,  no sea el ùltimo que halla tràgica muerte a consecuencia de la violencia en los estadios. ¿Què podemos hacer?.  En Uruguay, el 2009, despuès que dos jòvenes asistentes a un partido de bàsquet murieron por  peleas entre barristas,  se suspendiò el campeonato durante un mes; al reiniciarse el torneo se realizaron tres encuentros històricos en los que los deportistas  jugaron  con la camiseta del equipo rival; se buscò sensibilizar a la hinchada y se  logrò frenar la barbarie mediante el lema: "Ninguna camiseta vale màs que una vida".
   Genial mensaje a la conciencia colectiva *. Acà, en nuestro caso, no bastarìan las campañas mediàticas contra la violencia en los estadios; hay que analizar el fenòmeno como un problema social, hasta llegar a identificar la causa del desbordado fanatismo de los barristas, saber què circunstancias ( resentimientos, complejos, traumas, ansiedades )motivan el despertar de su inconsciente primitivo y de la infraconciencia o estado infrahumano, donde se hallan la ignorancia, la revancha insana, la crueldad, la barbarie. Los dirigentes de los clubes peruanos deben asumir el control de las barras, que mantienen bajo su manto protector; nunca se escuchò de suspensiones o sanciones a los barristas, muy por el contrario les financian los viajes a provincia y les regalan entradas; se hacen de la vista gorda y terminan siempre lavàndose las manos ante los desmanes y actos delincuenciales que cometen sus mantenidos, convirtièndose en còmplices; esta minorìa de barristas fanàticos — no el gran pùblico que ama sanamente el fùtbol, con el espìritu competitivo y rivalidad inherentes a èl — son los que manchan las banderolas, las camisetas, la pelota, con sangre.
   Anoche escuchè decir a Germàn Leguìa, en un difuso comentario, que se debe prohibir el consumo de licores en los palcos ( en todos los rincones de los estadios en general, considero ) y no es posible que los barristas tomen el ancho de las avenidas en su marcha hacia el estadio, siendo acompañados por la PNP; entonces, ¿quièn manda?. «Crìa cuervos y...»

* Tomado de Facebook, enlace de Carlos Marìn, quien preguntaba: ¿Y? ¿Vamos a aprender o nos vamos a quedar estupefactos, en silencio, sin decir ni hacer nada, para luego seguir con nuestras vidas? ¿Vamos a hacer algo?

QUERIDA MAMÁ TIERRA. Octubre 21.


¡Feliz aniversario Huacrachuco!

Acicalada, juvenil, engreìda, querida mamà tierra, rìe y baila con tus hijos màs cercanos y que desborde tu alegrìa por los principales caminos del mundo hasta alcanzar tambièn a tus hijos màs lejanos.
Cuánto quisiera tener el don de la ubicuidad para estar contigo, capturar el ritmo màgico de tus danzas, vestir una camiseta para poner un pase gol, tomar una prenda roja para retar al toro, saborear un par de platos de picante de cuy, beber la riquìsima chicha de jora, mirar el presente del otrora llamado Valle de los Cedros, reconocer La Gran Vìa y sus nuevos habitantes, pasear con los mìos en la ruta prolongada del encuentro, rezar y poner mi vela delante de la virgen Santa Rosa, contemplar tus casitas, rìos, lagunas, pampas, hoyadas y laderas; recorrerte y comprenderte toda: tu belleza natural y las huellas imperecederas de los Wacrachucos, Yarowilcas, Incas, españoles, hoy peruanos de todas las sangres.
Sin embargo, todo no es fiesta en tus aniversarios, tù lo sabes: en alguna de tus calles, con olor a caramelo y galletas, no faltarà la bronca anual; algùn forastero reclamarà malhumorado un servicio exclusivo y de lujos; naceràn chismes que salpicaràn al màs santo; y habrà cargamontòn de pedidos levantando polvo en tus jirones y la larga carretera. No te preocupes, son parte de la tradiciòn. Querida mamà tierra, tù eres la reina del Marañòn, por ti todo diràn, pero tambièn por ti todo haràn tus hijos e invitados.
Como " el que pide poco, es un loco ", yo deseo una lluvia de soluciones para tus necesidades, pido que las autoridades extiendan tu capa protectora y brinden calor de hogar tambièn a mis hermanos màs humildes; por lo demàs, exijo brindis y regocijo, en tu honor. Gozo, paciencia, comprensiòn, esperanza, optimismo y ¡arriba la fiesta!.
Lima, 21 de Octubre de 2011.





¡FELIZ CENTENARIO HUACRACHUCO! 

Ha pasado un siglo de difíciles momentos y también de incontables alegrías. Del aislamiento casi absoluto de los primeros cincuenta años, cuando se tenía que viajar con arrieros quince días o más para llegar a Huánuco, se pasó a traer progreso yendo a Tayabamba (nuestros primeros normalistas) y Piscobamba, ambas ciudades desde donde se pudo hacer realidad el sueño de llegar a Lima.

Las fotografías de Huacrachuco, en distintas épocas, muestran los cambios y el progreso en la infraestructura; los techos de paja se volvieron de teja y luego de calamina; las viviendas se han multiplicado y tomado nuevos espacios; quizás lo que nadie podrá olvidar de esta primera centuria sea la majestuosidad de la hacienda Gran Vía, porque allí había mucho calor humano y se respiraba optimismo. La población ha crecido, han cambiado los apellidos predominantes, se han sumado otros de nuestros hermanos tomando la posta del progreso inexorable que merece Huacrachuco.

Unámonos. Démonos la mano y abracémonos muy fuerte, porque antes nos alumbrábamos con velas y hoy tenemos luz eléctrica, estábamos aislados y ahora podemos saber lo que sucede en cualquier lugar del planeta, muchos de nuestros patriarcas eran analfabetos y con el paso de las décadas gran parte de las generaciones jóvenes han vencido con sus estudios las barreras de la desigualdad; falta mucho por avanzar, sobre todo y prioritariamente en los anexos, pero nos sobra motivación para lograr metas más altas.

Confraternicemos, celebremos, bailemos, sin olvidar que por nuestras venas corre la sangre de los guerreros huacrachucos, de los constructores yarowilcas, guánucos e incas, también de los españoles y de otras etnias que llegaron después; no olvidemos que quien reconoce sus raíces recorre con mayor firmeza los caminos; enseñemos a los menores a asumir su identidad milenaria, porque ésta los hará hombres de provecho: de temple controlado, de decisiones estudiadas, valerosos, trabajadores, afables, justos, solidarios y emprendedores.

Demos gracias a Dios por lo visto y lo vivido, también por el comienzo alentador de la segunda centuria.¡Que continúen resonando, hasta el amanecer, las flautas roncadoras y las cajas!.¡Un brindis en tu honor, querido Huacrachuco!.

Lima, 21 de Octubre de 2012.