jueves, 23 de noviembre de 2023

 

HORIZONTAL


Hija, ponte de pie
en tu pequeño mundo.
Hijo, levanta la frente
pero no muy alto ante la gente.
Ausculten, digieran los asuntos de adentro,
entrenen el habla, la sonrisa y la moral,
escuchen y piensen las historias que llegan a casa
Háganse fuertes en su metro cuadrado.
Un día, miles de días, estarán solos afuera
en la suma de los pequeños mundos.
Allí, la mayoría son guerreros de ocultos escudos.
En la calle común, donde se desgrana la sociedad
y se mueve como pañuelo el papel moneda,
tendrán que caminar y bailar con trajes mestizos,
sin olvidar que todos somos iguales.
Que nadie doblegue la mirada horizontal.


© FGM. All rights reserved, June 2023



martes, 20 de junio de 2023


PENCA, MAGUEY O CABUYA
La encontramos en los caminos andinos, ya sea como planta solitaria, formando linderos o cercos protectores de chacras. Sus numerosas hojas o pencas espinosas imponen respeto y una carga de misterio.

En El mundo es ancho y ajeno, de Ciro Alegría, el
flautista Demetrio Sumallacta turbado por el cañazo musita: "tú, maguey, desde las lomas nos saludas y nos dices que bueno con tu penacho nimbrado de sol y de luna(...) y así estás con nosotros, frente a nuestros bohíos, y en las cercas que guardan las siembras de esperanza y martirio... como el indio, no sientes el peso del sol ni de la lluvia y estás desnudo ante la vida (...) tus pencas se parecen a nuestras hembras indias, lisas, así sencillas, con un aire a nada, pero alegrando el pecho sin decir ni palabra..., maguey peruano, regado por los campos como un centinela para dar aviso... vigilando los caminos, los largos caminos que hasta ahora son iguales a nuestra vida..."
En la poesía aparece silenciosa, hermosa e imponente. Por ejemplo, el poeta ancashino José Pinedo Pajuelo la pinta con palabras en diversos poemas y la hace trascender en la imaginación: "Mi corazOn es un mar d flores y palabras / Palabras que escribí en las azulinas pencas del camino", "las pencas que apuntan al futuro", "con los brazos extendidos al infinito", "Escribo en una penca del zigzagueante camino / Para que lea la flor andina que soñO conmigo".
En los tiempos preinca e inca se usaba esta planta apara fabricar redes de pesca, soguillas y hondas. La espina más grande se usa como aguja y la pita como hilo para coser. Actualmente, del tronco se hacen bancos de larga duración.
Del cogollo del maguey se obtiene una savia que se utiliza para combatir las afecciones del estómago e hígado. El jugo que se extrae de sus hojas es bueno para restaurar la flora intestinal y ayuda en el tratamiento de la gastritis.
Fotografía: Maguey de la zona de Yamos (Huacrachuco, Marañón, Huánuco).



sábado, 10 de junio de 2023


 AMOR EN EL AIRE


Mi amor es de paisaje natural.

De promesas sembradas en tierra fecunda

De suspiros en cerros, ríos y quebradas.

De nidos en los árboles y pastizales.

De corazones que se aman al aire libre.

 

Al pensarte tortolita 

de mis labios salen bandadas de palabras.

Tengo tanto que decirte.


Al verte, sin embargo, el albo silencio me cubre.

Y entonces eres tú avecilla enamorada

quien revolotea, trina y trina, excitando mi habla.


Envuelto en tu fragancia de flor silvestre

mi boca romántica te ofrece alados versos.

Pronto llegará a nosotros la primavera de los besos. 


Palomita, construyo contigo un amor en el aire.

Para que sea fresco, puro y perdurable.

Juntos volaremos y nos asentaremos, 

siempre cariñándonos pasaremos la vida.

Somos dos aves sobrevolando felices el campo.



© FGM. All rights reserved, June 2023


miércoles, 24 de mayo de 2023

HUACRACHUCO, POR ALFREDO LAFOSSE

La publicación más antigua donde aparece detallada información del recóndito distrito de Huacrachuco es "Algo referente a la provincia de Huamalíes", una monografía escrita por el Dr. Alfredo P. Lafosse en 1907. En aquella época, Huacrachuco formaba parte de la provincia Huamalíes, al igual que los distritos de Llata (capital), Monzón, Arancay, Singa, Huacaybamba y Pinra; no existía todavía la provincia Marañón como tal.

Esta obra mereció el reconocimiento de la Sociedad Geográfica de Lima y fue muy citada por los estudiosos de la primera mitad del siglo XX. Años después saldría el libro "Historia de Huánuco" (1959) de José Varallanos, y más adelante el compendioso libro "La provincia Huamalíes. Esbozos geohistóricos" (1970) del etnólogo Willelmo Mauricio Robles Gonzales.
En lo que respecta a Huacrachuco, Alfredo Lafosse detalla sus características geográficas, habla de sus ruinas y hallazgos arqueológicos, destaca la fertilidad de sus suelos, el atraso y las urgentes necesidades, así como también sus potencialidades en la minería, ganadería y agricultura. Es de resaltar la mención que hace de las exquisitas paltas de Quirín (Huachumay) y de la excelente proyección para la producción de uvas, con el consiguiente desarrollo de una industria vitivinícola que podría traspasar las fronteras huamalianas.

"Se han sembrado sarmientos por vía de ensayo y las uvas que han producido estas parras han resultado de muy buena calidad, las que a su vez han producido vinos parecidos a los de fabricación francesa, semejantes al Chateau Medoc y Lafitte; considero que hay aquí una industria naciente, que sería muy lucrativa, porque ella abastecería toda la provincia y aún las limítrofes" (pp. 117-118).
De manera sucinta trata de los límites, la superficie, el idioma, el clima, el territorio, la población, la flora y fauna, la agricultura, los ríos y lagunas, las minas y los lavaderos de oro, las ruinas, los caminos, el comercio, la instrucción, la cultura y la oficina de correos. La descripción es ágil, como en el siguiente pasaje del texto:
"A 13 kilómetros de la capital del distrito existen unas hermosas ruinas incásicas que se conocen con el nombre de Pueblo Viejo; según la tradición, estas ruinas eran la antigua población de los Huacrachucos, que fueron arrojados del lugar que habitaban, por las tribus salvajes que salieron de los bosques e invadieron el territorio, destruyendo la población; asegúrase que estas tribus fueron los temidos indios Cashivos; entonces los naturales abandonaron su pueblo y construyeron la actual población; en estas ruinas se encuentran huacos en los que se percibe claramente jeroglíficos que parecen escrituras chinas y figuras que representan el sol, la luna, las estrellas, animales e insectos. También existe una hermosa cueva ubicada en el paraje denominado Números, a 15 kilómetros de Huacrachuco y cuyas paredes están cubiertas de signos misteriosos; asegúrase que este sitio les servía de templo donde celebraban las prácticas de su culto" (pp. 121-122).















lunes, 20 de marzo de 2023


JUANPA *

¡Juanpa, angelito mío!
Gotita de vida, milagro de amor.
Extensión de papi, mami y abus.
Dame tus bracitos en repentino vuelo.
Juguemos con tus ojitos vivarachos
y sonrisita de primavera.
¡Ven, arriba bebé! Sube conmigo
al cielo de algodones y avecillas.
Deslicémonos por los siete colores, bailemos
suavemente, sin perder de vista tu cunita.
Sígueme con tu ansiosa humanidad.
Escucha mi canción en tu paraíso.
¡Tralala lalala lala...!, que empaten
en ritmo nuestros corazones.
Cuando estás enfermito
me duele tanto no encontrar la luz
en tu mirada color de cielo limpio.
Juanpa, mi pequeño eucalipto,
tu valiente corazón vencerá sus batallas
y pronto estarás corriendo, libre, puro y alegre.
Porque llegaste para iluminar la casa.
Y conquistar el patio, la ciudad y el mundo.


© FGM. All rights reserved, March 2023


(*) Dedicado a Juan Pablo, un niñito que nació con una enfermedad cardiaca,
pero no obstante ello ríe, brinda amor y ternura, vive.

martes, 28 de febrero de 2023


 LA ACHUPALLA INCENDIARIA N° 29

La voz libre y encendida de Pinedo

Grata lectura para los degustadores de la buena literatura es La achupalla incendiaria n.° 29, continuación de la legendaria publicación que naciera en 1978 y donde colaboraron poetas nacionales y extranjeros bajo la dirección del poeta pintor José Pinedo Pajuelo (Casma, 1935).
Justamente, el último número de la revista trae un puñado de poemas de la pluma de José Pinedo, quien nos embarca en relatos que comienzan sencillamente y a medida que avanzan se van haciendo más o menos emocionantes, con la aparición de elementos inesperados que fácilmente son integrados por el uso de un sublime lenguaje vanguardista.
Hay que estar bien concentrado para no extraviarse o perderse de algún pasaje del relato poético. La expresión de Pinedo Pajuelo es como una narración de viajero que gira y gira, tocando, salpicando e integrando elementos y temas al cuerpo del poema.
Los lugares, los objetos, las imágenes, los sentimientos, las metáforas van apareciendo y fluyen naturalmente, dando la sensación de que las palabras viajan en fila a campo abierto y de pronto las de adelante se dan la mano con otras palabras o las llaman para continuar el viaje juntas.
Si bien los poemas comienzan en línea llana y sencilla, como quien conversa, lo que sigue son versos en el oscilante lenguaje poético, que puede formar un producto de tono calmado, rítmico, arrítmico o excelso. Todos ellos, sin duda, tienen una carga emotiva variable, una línea de expresión tranquila o notablemente dinámica, donde resaltan los signos de la composición libre y los matices vanguardistas.
Tal como lo hiciera en su libro El árbol que canta en tus ojos (2005), Pinedo rompe con las formas de la poesía tradicional, juega con la estructura, la crea y recrea; en algunos poemas se arriesga a poner las letras en escalera u opta por los versos de lectura cruzada, con los que logra generar efecto visual y excitar la agilidad mental del lector. Asimismo, de acuerdo a sus códigos de autor establecidos [El Quinto Jinete, agosto de 2014], suprime letras como en «d» o recorta las palabras terminadas en «mente»; prescinde de los signos de puntuación y usa con soltura las mayúsculas, pero ya no es tan chocante porque su estilo ha madurado.
En La achupalla incendiaria n.° 29, José Pinedo presenta una innovación más que lo distingue del resto de poetas. Se trata del uso de las palabras gemelas que unen los pasajes del relato viajero, dándole musicalidad y fluidez; con la(s) palabra(s) repetida(s), el poeta logra el efecto bisagra que le permite eslabonar y dar continuidad a los versos, cambiar sutilmente el ángulo de mira o fijarle un nuevo giro a la narración poética.
A la manera de un narrador que mantiene atentos y emocionados a sus oyentes con los gestos y giros de su ingenioso lenguaje, el poeta casmeño también lo logra dándole color, fantasía y movimiento a sus relatos de viajero. Las muchachas lindas, los bellos lugares de Huacrachuco (pueblo por el que siente especial cariño), las aves, las flores, los ríos, las punas, etc. aparecen pintados con versos de colores en la naturaleza de los poemas.

Para el deleite, el siguiente poema:

A LA ORILLA DEL RÍO HUAGAS
Estaba una joven muchacha
Sentada en una piedra cuadrada
Alzaba y bajaba la vista
D pronto del bosque d eucaliptos
Aparecieron volando unos pAjaros
Y viO que un colibrí empezO a volar
Y soltO una tela blanca que al llegar a tierra
Se convirtiO en una rosa roja
Una paloma de alas azules
EchO una flor de retama
Amarilla como la luz
Un inquieto gorriOn perdiO un corazOn
Que acertada acertada
Mente
CayO en el arco iris
D sus pictOricas manos
Un zorzal entre negro y gris
ArrojO una serpentina
Con inscripciones galantes
Y amorosas d: «Te quiero»
Un jilguero que daba vueltas
Y vueltas en el aire
TirO una guirnalda de flores frescas
ReciEn cortadas
D los jardines del gallo
Una finísima alondra
Sobre un alado caballo Cual diosa de la verde selva
Arrojaba orquídeas amazOnicas
Un guardacaballo lanzO una piedra
Para que al salpicar el agua del Río
Sonriera sonriera enigmAtica
EnigmAtica
Mente
Como la Gioconda (La Mona Lisa)
D Leonardo Da Vinci
Una gaviota que volO mAs allA
D su territorio se acercÓ con un bonito
Mensaje d las aves marinas
Y d los lobos marinos
Un pAjaro carpintero
SoltO un geranio
Rosado como el color d la blusa
D la joven muchacha que cual ninfa
Se bañaba en las límpidas
Y fraganciosas aguas del Río
Contenta estaba la muchacha
Con tantos presentes y halagos
Que le daban los pAjaros
Hasta que un pajarraco hablO
HablO piropos piropos soeces
Y se sintiO ofendida
Y la bella del Río Huagas pensO
Que otras chicas que estaban en otros ríos
D otros pueblos o ciudades estarían pasando
Por semejante situaciOn
Y desde esa vez sabe
Que hay modos distintos
D violencia contra la mujer






viernes, 17 de febrero de 2023


 SAN MARCOS


Hubo días en que domestiqué las formas sociales,
la filosofía de las imágenes
y las letras por kilómetros.

De viaje me fui
tomando una pizca de sabiduría,
unos gramos de la montaña de sal.
Fue como tomar una cápsula de astronauta,
de esas para no tener hambre.
Salí a la batalla con un escudo naciente
contra la mentira y la injusticia.

Caminé y caminé
por el caos de lo establecido.
Rompí algunas cadenas
y elaboré incontables eslabones de palabras.
No ha sido fácil convertirme
en árbol grueso y ramoso.

He regresado
de las fronteras de mi vida,
de algunos confines de la sociedad,
también de la parte invisible de mi país.

Era delgado, apenas un palito
con dos ramas hábiles.
Años de aprendizaje afuera
le dieron robustez a mi cabeza
y luces de colores a mi aura.

Mi rumbo comenzó a escribirse en lenguaje Morse.
Mi andar ha sido de puntos y rayas,
de pausas y atajos,
de paradas en seco y medias vueltas.

Pequeñas siembras en serie
con los años se volvieron cosecha de experiencia.
Todo eso fue posible
porque puse mi conocimiento en salmuera,
siempre a salvo
mi pequeña fortuna de universitario.

Crecí por la savia inagotable de San Marcos.
Hoy, al volver,
es inevitable sentirse con la copa media llena.
Admisible como en días lejanos,
con ansias de beber unos mililitros más
del refinado elixir de la sabiduría.


© FGM. All rights reserved