ACOGIDA DEL ESPÍRITU *
A la medianoche bajan los viajeros
al sitio donde quedó su cuerpo
el día del adiós.
En medio de lamentos, llantos y oraciones
el día del adiós.
En medio de lamentos, llantos y oraciones
que llegaron, se multiplicaron
y nunca se fueron,
un olor a polvo muerto los atrae.
Es el aroma del nuevo residente,
cuyo cuerpo yace acomodado
en el seno de la tierra
y cuya alma arrepentida espera el abrazo
de cientos de siluetas blancas
delante del altar de piedras y de la cruz de luz.
Es la bienvenida de las ánimas
a la dueña de la lápida reciente.
Hay reclamos y castigo en el camposanto,
a la dueña de la lápida reciente.
Hay reclamos y castigo en el camposanto,
antes de aprobar a la compañera de viaje.
La música triste se ausenta y llega la fiesta.
Es un pedacito de cielo la fría loma,
Es un pedacito de cielo la fría loma,
cuando sucumben los pecados
y titilan las vidas en procesión.
Minutos de coro angelical
Minutos de coro angelical
y sonidos de trompetas celestiales
anuncian la feliz partida
anuncian la feliz partida
de todos los espíritus hacia el más allá.
Se recogen en dirección a la otra vida
pero volverán pronto por el próximo viajero
y sin falta para el cónclave de noviembre.
© All rights reserved, 2018.
[*] El poema recoge parte de la creencia popular respecto a lo que ocurre por la noche en el cementerio, a pocas horas del entierro.
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CAMPOSANTO MANGOCHUCO
El cementerio de Gochachilca (Huacrachuco, Marañón, Huánuco) fue creado a mediados del siglo XX en la loma de Mangochuco. Antes de esto los muertos de Gochachilca, al igual que los de Shagapay, eran enterrados en el cementerio de Huacrachuco, pero por el crecimiento demográfico y la falta de espacio las autoridades recomendaron tener su propio camposanto.
Se cuenta que otrora habían tres montículos de piedras a manera de altares, pero finalmente quedó solo uno, y fue en este que se colocó una cruz de madera para denotar el lugar como panteón. Los primeros difuntos fueron enterrados cerca de la pirca sagrada, plantándose una piedra larga en el sector de la cabecera para identificar el lugar de la tumba; después se tomó por costumbre colocar cruces de madera y finalmente hoy en día se ven tumbas con acabados de concreto, rejas protectoras y cruz de metal.
El cementerio de Gochachilca (Huacrachuco, Marañón, Huánuco) fue creado a mediados del siglo XX en la loma de Mangochuco. Antes de esto los muertos de Gochachilca, al igual que los de Shagapay, eran enterrados en el cementerio de Huacrachuco, pero por el crecimiento demográfico y la falta de espacio las autoridades recomendaron tener su propio camposanto.
Se cuenta que otrora habían tres montículos de piedras a manera de altares, pero finalmente quedó solo uno, y fue en este que se colocó una cruz de madera para denotar el lugar como panteón. Los primeros difuntos fueron enterrados cerca de la pirca sagrada, plantándose una piedra larga en el sector de la cabecera para identificar el lugar de la tumba; después se tomó por costumbre colocar cruces de madera y finalmente hoy en día se ven tumbas con acabados de concreto, rejas protectoras y cruz de metal.