LA FIGURA DEL SAPO Y EL NOMBRE «HUANCHAY»
El sapo, más precisamente la pista del sapo, siempre estuvo ahí, en Huanchay. Consideré este elemento casi al final de la investigación que me llevó a determinar el significado del término «Huanchay», en el año 2014. Pues bien, tal palabra quechua significa «el que llega de lo sagrado», «llega el agua sagrada» o «lugar donde nace el agua» [https://el-goico.blogspot.com/2014/]. Confirman ello que en ciertas partes de la andes centrales se llame «huanchay» al tramo inicial o naciente del río.
En el mundo andino el sapo es considerado el espíritu de la pachamama, simboliza la lluvia, la vida y la fertilidad. En el antiguo Perú —quizás desde la prehistoria, como podemos inferir de la pintura rupestre de la cueva de Atojpampa* (Huanchay, Huacrachuco, Marañón, Huánuco) y de diversos petroglifos— el sapo, el mono y la llama eran considerados animales sagrados; en la ciudadela de Vichama (Végueta, Huaura, Lima), que floreció hacia el año 1800 a. C. en la fase final de la civilización Caral, se halló evidencia del culto al sapo; en las culturas preincas y en la cultura inca, la simbología del sapo se mantuvo, siendo considerado un elemento de la naturaleza tan importante como la serpiente, el cóndor y el puma o jaguar.
La Wancha está desapareciendo de los riachuelos de la puna. |
(*) Foto de la pintura rupestre de Atojpampa, tomada del facebook de Nanpureg Aucaruna HR
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