jueves, 21 de marzo de 2024



 DE LO INDIVIDUAL
A LA FUERZA DE LA UNIÓN

Reflexión

Los seres humanos juntos potencian su capacidad individual y pueden lograr las más increíbles proezas. Ninguna persona es absolutamente autosuficiente, siempre va a requerir de alguien más y es entonces cuando empieza a tener mayor sentido su existencia. De una u otra forma será una pieza del engranaje social y un eslabón de alguna cadena humana por más corta que ésta sea.

Las cadenas humanas se forman casual, espontánea y permanentemente para todos los emprendimientos. Cada hombre y cada mujer son parte del engranaje para alcanzar un objetivo, hacer realidad un proyecto o alguna tarea humana trascendente. Nadie llega a la meta solo y sin ayuda; del esfuerzo propio y de la ayuda que se recibe depende el éxito personal. Ningún proyecto se realiza si no cuenta con el esfuerzo conjunto; del trabajo en equipo depende el éxito colectivo y de la unión depende el desarrollo de los pueblos.

No hay tarea imposible cuando se activa la fuerza de la unión. La unión se logra, lo difícil es mantenerla. A nivel del pensamiento personal la unión es una idea de alcances fantásticos, una aspiración, un ideal, pero no queda allí. Cuando se persigue un fin tal idea se contagia, pasa a ser parte del pensamiento colectivo; entonces, se convierte en una fuerza real capaz de mover voluntades, generar cambios y producir el objeto visible y/o tangible del propósito.

A nivel social, la unión viene a ser la sumatoria de ideas afines, sentimientos y esfuerzos para lograr objetivos comunes. Sin embargo, la unión es finita y nunca absoluta; se da por momentos, por tiempos muy cortos, en forma parcial y entre largos intervalos de contrastes y desunión.




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