viernes, 30 de diciembre de 2016

APROXIMACIÓN AL SIGNIFICADO DEL NOMBRE «SHAGAPAY»


En la parte alta y más próxima de Huacrachuco, distrito y capital de la provincia Marañón (Huánuco), se halla el pueblo andino de Shagapay, conocido también como San Cristóbal. La búsqueda etimológica del nombre «shagapay» nos conduce a cuatro vertientes teóricas:

a) Por la pronunciación, «shagapay» puede considerarse una variante fonética del término quechua «chaqpay», que significa «nacer de pie»[1]. Tomemos en cuenta que las palabras sufren modificaciones o variaciones en su pronunciación, especialmente cuando llegan migrantes o se producen cambios político-sociales bruscos en una región; en la provincia Marañón se dio este fenómeno. Además, los nombres de muchos pueblos de Huacrachuco aluden al agua (Huanchay, llega el agua sagrada; Gochachilca, laguna rodeada de chilca), a la tierra (Quillabamba, pampa de la luna; Waripampa, pampa de vicuñas) o a la fertilidad (Huachaj, la que pare).

b) Por la semejanza en la escritura y pronunciación, «shagapay» también guarda relación con la palabra quechua «chakapay» [2], que significa «colocar vigas a modo de travesaño» (de ‘chaka’, puente). Consideremos que en cada invierno el río Saltana, que baja por la quebrada de Shagapay, antaño se llevaba el puente de palos o tablas que se colocaba.

c) Por idéntica grafía, «shagapay» proviene de «shagapa», una planta altoandina cuyas flores son de color amarillo patito [3] en algunas zonas, mientras que en otras son rosadas y moradas [4]. Con el sufijo «y», «shagapay» significa «mi shagapa» o «mi flor shagapa». Sin embargo, la aludida planta silvestre no existe hoy en las alturas de Shagapay, siendo considerada una especie extinta; los viejos shagapaínos dicen que no han conocido la shagapa, pero sí han recibido por transmisión oral de sus progenitores la mención de esa planta de hermosas flores amarillas que crecía entre las peñas y parajes de la altura. Cabe mencionar, por añadidura, que una canción muy popular en Ancash y Huánuco se denomina «Shagapita huayta», en español «ramillete de florcitas de shagapa».

d) Por la similitud en la grafía y formas de pronunciación que revelan un nexo de familiaridad léxica, «shagapay» deriva del vocablo quechua «shakapa», «shacapa» o «shaqapa», árbol de la selva [5] cuyos frutos sirven de cascabel [6]; con el plural de estos términos y también con su variante «shagapas» se designa a los mismos cascabeles de semillas o pepas secas que, colocadas sobre pedazos de piel de res u otro material, hacen sonar en las pantorrilas los bailarines de la danza típica de los Shagapas, Shaqapas o simplemente Shacshas, cuya predecesora fue una danza guerrera [7]. Y es que el origen del término «shakapa» se remonta a la época prehispánica, prueba de ello es el registro de la palabra «xacapa», cascabel, en el Lexicon, o Vocabulario de la lengua general del Perú (1560), de Fray Domingo de Santo Tomás. Una de las variantes en la pronunciación del término original «xacapa» o «shaqapa» es justamente «shagapa», propiciada también por los españoles, quienes al traducir las palabras de nuestro idioma nativo al suyo cambiaron la «q», por la «g», como ocurrió con «Kuntur Qaqa» (cóndor en la peña) que pasó a llamarse «Condorgaga». Es así que «shagapay», mediante esta vertiente teórica significa, con el sufijo posesivo «y», «mi cascabel»; y, en la forma verbal ,«hacer sonar los cascabeles» o «cascabelear».

Lo curioso es que la danza típica de Shagapay no es la de los Shacshas, sino los Monterillos, cuya peculiar similitud con sus pares de la otra danza es que también usan cascabeles, pero estos son de metal. La danza de los Monterillos es también muy antigua y resulta obvio que estos danzantes tuvieron que usar al principio los cascabeles de shaqapa, porque los aborígenes no conocían los cascabeles de metal. Además, los testimonios de viejos pobladores de Huacrachuco dan cuenta que la danza de los Shacshas salía del barrio de Santo Domingo (extremo de Huacrachuco); por la poca disposición de los criollos para la danza y por la cercanía con Shagapay, es de suponer que los shagapaínos eran convocados para bailar. Después, ante la necesidad de contar con una danza propia, los pobladores de Shagapay sacan los Monterillos, que sin duda renació o fue producto del mestizaje cultural y ya tenía fuerte arraigo en los pueblos patacinos de Huancaspata y Chilia, así como en el pueblo marañonense de Huambo, donde funcionaba una importante parroquia religiosa.

Entre las cuatro teorías, considero que tienen mayor asidero las dos últimas, siendo imposible descartar absolutamente una de ellas.

[1] Diccionario Simi Taqe, Academia Mayor de la Lengua Quechua, Cusco, 2005.
[2] Ibid.
[3] Límber Rivera, Las cordilleras Raura y Huayhuash: su importancia geoeconómica, Instituto de Investigación y Desarrollo Comunal, 2003, p. 61.
[4] Geografía física y organización del III Congreso Nacional de Geografía, Iquitos, volumen 4, 1967, p. 141.
[5] Francisco Izquierdo Ríos, Pueblo y bosque: folklore amazónico, 1975, p. 263.
[6] Diccionario electrónico Quechua Ancashino de Francisco Carranza. http://www.romanistik.uni-mainz.de/que…/plantas_quechua3.HTM

Agradecimientos: A Teofilina Villaorduña Caldas, Rosalina Villanueva Malqui y Teodoro Casiano Payajo.

jueves, 29 de diciembre de 2016

ETIMOLOGÍA DE GOCHACHILCA


A poco menos de un kilómetro de la ciudad de Huacrachuco, capital de la provincia Marañón, Huánuco, se halla el acogedor pueblo llamado Gochachilca. Su nombre proviene de las voces quechua «qocha», laguna, y «ch’illka», «chilka» o «chillca», planta silvestre de hojas resinosas y flores de color amarillento o blanco, que crece a orillas de los ríos y en terrenos húmedos; o sea, Gochachilca significa «laguna rodeada de chilca».

Viejos pobladores cuentan que la planta de chilca abundaba en los contornos de las parcelas y sobre todo en la quebrada que baja desde el lugar conocido como Ponto; respecto al porqué existen tantos sitios húmedos, algunos tienen la creencia que bajo el suelo de Gochachilca hay una laguna.

Pero vayamos más allá. Recorriendo su territorio nos damos cuenta que, efectivamente, hay sectores húmedos en casi todas las parcelas, los que son más notorios en época de invierno; asimismo se observa, a simple vista, el marcado desnivel entre algunas chacras y la delimitación por acequias y arbustos. Esto nos remite, primero, a la otra acepción de «qocha», que también significa «lagunitas artificiales que se utilizan en la agricultura para guardar el agua para diferentes cultivos en la época de invierno y sequía» [1]; y, segundo, a la técnica agrícola prehispánica llamada «wachaques» [2], que eran chacras hundidas (a desnivel) para aprovechar el agua subterránea y asegurar la producción normal de vegetales, aunque sobreviniera la temporada de sequía.

De acuerdo a las premisas señaladas, surgen dos teorías:

A) En Gochachilca se represaba el agua en pequeñas pozas (lagunitas) para irrigar los campos agrícolas en la época de sequía; las plantas de chilca delimitaban las chacras.

B) En Gochachilca se empleó el sistema de «wachaques», excavando los terrenos hasta alcanzar el nivel en el que filtra el agua de la capa freática; los arbustos de chilca, sobre bloques anchos de tierra, rodeaban las chacras hundidas.

[1] Diccionario Simi Taqe, Academia Mayor de la Lengua Quechua, Cusco, 2005.
[2] http://www.historiacultural.com/2008/06/cultura-chim.html

Fotos: Cortesía de Gochachilca Marañón Huacrachuco - Facebook.

En el suelo de Gochachilca se da muy bien el maíz, el calabazo,
 la numia (frijol andino), el trigo y la alverja.

Gochachilca en su periodo verde.

Gochachilca en época de cosecha.

Ponto, parte alta de Gochachilca.

Parte baja, hermoso paisaje con los matices de la fertilidad.


GOCHACHILCA :  TIERRA FECUNDA


Hermoso pueblo del distrito Huacrachuco, provincia Marañón, departamento de Huánuco. Tierra de las chilcas y las hierbasantas, de las lúcumas y las tunas, de los purupurus y las zarzamoras, de las dalias y azucenas, de las rosas y campanillas, de la manzanilla y el chincho, de los alisos y eucaliptos, del nogal y la tara, del arrayán y el molle, de las tayancas, del maguey y las achupallas; de los huertos de frutas, hortalizas y hierbas medicinales.

Pueblo de hombres y mujeres que desde temprana edad se entregan a las labores del campo para hacer producir del fértil suelo el maíz, la numia, el calabazo, la alverja, el trigo, la cebada, la caigua, el curao, la alfalfa, etc. Por ello, acostumbrados al empeño en el trabajo, los gochachilquinos (as) pueden abrirse camino en la misma madre tierra o en otros lugares a donde los conduce el caprichoso destino. Hay hijos de Gochachilca en costa, sierra y selva, en Bolivia, Chile, España y en Japón.

Gochachilca todo el tiempo es un pueblo acogedor, allí la vida parece estar siempre en tonos de verde, los sueños de su gente recorren las sementeras, se asoman por las lomas y vuelven con el mensaje de que hay más allá un mundo por conquistar, pero después se ha de regresar para contribuir al desarrollo de la patria chica. Ni la tecnología ni cualquier otra ola de la modernidad ha podido -- y no podrá-- debilitar el cariño de los gochachilquinos (as) por su tierra y sus costumbres, pues la identidad está intacta en el interior de cada uno y especialmente, protegida e invulnerable, en cada una de las casas de tapial con techos de calamina del lugar.